Hablar de decepciones, mala gestión dirigencial y errores en procesos de contratación, es caer en redundancias durante 4 años y un poco más que lleva la gran firma ‘Kenworth de La Montaña’ con Jaime Pineda al frente del Once Caldas.

Sin embargo, hay épocas menos desfavorables que otras, pues el aliciente en campañas anteriores era por lo menos las clasificaciones a las fases definitivas del Fútbol Colombiano e incluso aparición en  un torneo internacional como la Copa Libertadores de América.

Haciendo un breve recuento, en 2013 de la mano del antioqueño Santiago Escobar, se logró la clasificación a los dos cuadrangulares finales sin demasiado éxito en estas rondas definitivas. En 2014, con Flabio Torres, el equipo nuevamente avanzó a la segunda ronda de los dos torneos y logró la única figuración internacional con la nueva administración: Copa Libertadores 2015. Ni contar lo que ocurrió después….

Durante 2015, el ‘Blanco’ tuvo 3 entrenadores: Flabio Torres, Francisco ‘Tito’ Cortés y Javier Torrente. A pesar del caos que se generó en algún momento en torno a la situación deportiva del club, se pudo clasificar a los Cuartos de Final del Torneo Finalización, quedando eliminado por el Deportes Tolima y dejando una buena imagen en Copa Águila, donde se logró llegar a semifinales de la competición

Pero ‘la tapa del congolo’ fue este 2016: Con Torrente y al final con Hernán Lisi, el equipo quedó eliminado de la Liga Águila I y II en la etapa inicial, logrando apenas 51 puntos en el año, para un rendimiento del 42,5%; eso sin contar la deprimente participación en Copa Águila, en la que solo alcanzó para jugar la primera ronda.

Además de eso, fue un año histórico para nuestro país: Era la primera vez que 9 equipos clasificaban a torneos internacionales (5 a Libertadores y 4 a Sudamericana); Once Caldas ocupó el puesto 12, obviamente sin ninguna posibilidad de lograr uno de estos cupos entregados a prácticamente la mitad de los equipos de primera división en Colombia.

Sin duda, 2016 quedará en el recuerdo como uno de los años más pobres en la historia reciente del club y el peor, hasta ahora, de Jaime Pineda y compañía.

El futuro no pinta mucho mejor; el mensaje sigue siendo el mismo. Todos los técnicos tienen un discurso similar y a pesar de la llegada de patrocinadores, estos no parecen servir para tener equipos más competitivos y que representen con dignidad a la ciudad y al departamento.

Del campeón de Copa Libertadores 2004, solo veremos el recuerdo este martes en la despedida de Juan Carlos Henao. No se trata de vivir de esa historia maravillosa de la década del 2000, se trata de evitar que se pierda aún más esa imagen ganada.

Quien escribe estas líneas, se pregunta lo mismo que todos ustedes: “¿HASTA CUANDO?”

Por Cristian Hernández Montoya

En Twitter @cristianhm24