Finalizó el Mundial sub-20 para la Selección Colombia, alcanzándole para llegar hasta la serie de Cuartos de Final, cayendo allí 1-0 ante Ucrania. Con esta eliminación, también concluyó la participación de los jugadores del Once Caldas que estuvieron con la tricolor en la cita mundialista; son ellos: Johan Carbonero y Juan Sebastián Palma, además de Luis Sinisterra, quien se formó en el cuadro ‘albo’.

A continuación, detallamos la actuación de los mencionados futbolistas, que representaron al ‘Blanco-Blanco’ en el evento:

Johan Stiven Carbonero: jugó 164 minutos en 4 partidos, ninguno de ellos como titular, siempre ingresó desde el banco. Únicamente no estuvo en el 6-0 ante Tahití. Su rendimiento fue irregular: se le vieron pasajes muy interesantes, sobre todo cuando actuó en su posición natural como extremo, con desborde y velocidad; luego cuando Arturo Reyes lo llevó al medio como una especie de falso nueve, el caucano no lució y se diluyó. En el juego definitivo ante Ucrania, justo cuando estaba siendo influyente y había rematado a portería, salió expulsado en una decisión un poco apresurada.

Juan Sebastián Palma: el central disputó 3 partidos de los 5 para un total de 168 minutos, solo titular en el duelo más importante ante Ucrania, donde infortunadamente no tuvo una buena presentación: se vio impreciso, un poco nervioso y en el único gol del juego se quedó lamentándose de un golpe tras una pelota llovida, mientras el ucraniano definía. También estuvo en los duelos ante Tahití y frente a Nueva Zelanda en Octavos de Final, donde actuó como lateral derecho y no como zaguero, su habitual posición.

Luis Fernando Sinisterra: ya no hace parte del plantel del Once Caldas, pero al club aún conserva un porcentaje de sus derechos. Jugó 442 minutos, siempre titular en los 5 partidos y marcó dos goles, ambos ante Tahití. Destacamos con agrado y a nuestro modo de ver, que el atacante fue el mejor de Colombia en el Mundial, más allá que en el último partido estuvo bien marcado y no lució. Luis Fernando, fue desequilibrante, ordenado, criterioso y muy colectivo, mostró la madurez que ya evidenciaba en el Once, pero que pulió en el Feyenoord holandés. Debe seguir trabajando en la pegada, pero se le ve gran futuro.