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Con el maillot amarillo del colombiano Egan Bernal en los Campos Elíseos de París y la ‘maglia’ rosa del Giro de Italia para el ecuatoriano Richard Carapaz, el ciclismo latinoamericano ha tocado el cielo en 2019 y su futuro se anuncia aún más brillante.
Después del primer aviso de Fabio Parra en 1988, Rigoberto Urán y sobre todo Nairo Quintana dieron cada vez más pasos hacia ese maillot amarillo que se le resistía a Sudamérica y de manera especial a Colombia, la potencia latinoamericana de este deporte.
Como si hubieran sido sus gregarios a lo largo de una dura ascensión alpina, Bernal remató el trabajo previo de ese trío ‘cafetero’ que se subió al podio parisino para proclamarse este domingo el primer campeón latinoamericano en el Tour de Francia, una hazaña que le coloca en los libros de historia, más aún luego de conseguirlo con 22 años, en su segunda participación.
Aunque tras la contrarreloj de Pau en la 13ª etapa se situó a 2:52 del liderato y todo indicaba que el ‘sueño amarillo’ no podría cumplirse este año, el escarabajo de Zipaquirá dio tres mordiscos entre los Pirineos y los Alpes para adueñarse de la ‘Grande Boucle’.
En los primeros, en la 15ª etapa, recuperó tiempo con el líder de la clasificación general, Julian Alaphilippe. En el segundo, en la 18ª etapa, probó que era la mejor baza de su equipo Ineos, por delante de su compañero y vigente campeón de la prueba, Geraint Thomas, para asaltar el liderato, cosa que se confirmó al día siguiente, en el tercer mordisco dado en la 19ª etapa, donde soltó a todos los favoritos antes de que la etapa se detuviera por las malas condiciones meteorológicas.
– Ecuador se unió a la fiesta –
AFP / Cristina VEGA Richard Carapaz, el primer ciclista del país en ganar el Giro de Italia, asiste a una conferencia de prensa en Ekopark, a su llegada a Quito el 10 de junio de 2019
No se puede decir que el triunfo de Egan Bernal sea una sorpresa mayúscula, pues su progresión, cualidades y estado de forma este 2019 eran importantes bazas a su favor a pesar de sus 22 años.
Pero lo que pocos esperaban era el triunfo de Richard Carapaz en el Giro de Italia celebrado entre mayo y junio.
No deja de ser verdad que el corredor de Movistar -su director, Eusebio Unzué, confirmó recientemente los rumores que le sitúan en el Ineos el curso que viene- ya se había vestido de rosa el curso pasado antes de finalizar en 4º lugar, pero el concurso de gente como el esloveno Primoz Roglic o Bernal, que al final no participó por una rotura de clavícula en un entrenamiento a pocos días de la salida, parecía de entrada demasiado para el ecuatoriano.
Sin embargo, Carapaz aprovechó el marcaje mutuo de Roglic y Vincenzo Nibali para enfundarse la ‘maglia’ de líder en la 14ª etapa y luego demostró un estado de forma muy superior al de sus oponentes para conservarlo.
Aunque el de Playa Alta emigró a Colombia para hacerse un nombre en el ciclismo, su triunfo fue el de todo Ecuador, un país que nunca había estado cerca del éxito en este deporte y que ahora cuenta con uno de sus compatriotas dispuesto a dar mucha guerra en la élite en los años venideros.
– No solo en las tres grandes –
Las tres grandes vueltas son posiblemente las pruebas más mediáticas y seguidas por los aficionados, pero suponen un porcentaje muy pequeño en el total de pruebas de la temporada. Los ciclistas latinoamericanos también han cosechado éxitos en estas otras grandes competiciones del ciclismo profesional.
Antes de la ronda italiana, Bernal se coronó en la prestigiosa París-Niza y, en su vuelta a las carreteras luego de la caída que le apartó del Giro, se mostró intratable en la Vuelta a Suiza.
Además su compatriota Miguel Ángel ‘Supermán’ López (Astana) se hizo con la Vuelta a Cataluña y con el Tour de Colombia.
Las buenas actuaciones quedaron reflejadas también en varios top 10 en las grandes. ‘Supermán’ fue 7º en el Giro y el mejor joven, y Urán y Quintana, 7º y 8º respectivamente en la ronda francesa.
‘Naironman’ además se regaló un brillante triunfo de etapa en los Alpes, siguiendo la estela de las victorias parciales en el Giro conseguidas por Carapaz (2), por el esprínter colombiano Fernando Gaviria (1) y por Esteban Chaves (1).
