Foto: Santiago Álvarez

No hay duda que el error de Ortiz en el partido anterior fue determinante para la derrota del equipo y más cuando hubo impotencia al no poderse reponer de esa adversidad con el transcurrir del juego.

El paraguayo se refirió a esta situación y al compromiso que representa el próximo reto del Once: ratificar su lugar en Los ocho ante Unión Magdalena.

¿Cómo asumió ese error que a la postre fue definitivo?

“Lo asumí tan rápido que la siguiente pelota la jugué de nuevo, de esa forma lo asumí…en el mismo partido”

¿Qué enseñanzas le quedaron de esa acción que condicionó el transcurso normal del juego?

“No creo que haya condicionado porque buscamos el partido siempre. En lo del aprendizaje, en eso si estoy totalmente de acuerdo, sirve como crecimiento, la idea es ir perfeccionando esa salida”

¿Hubiera jugado esa pelota de la misma forma con el partido finalizando?

“Por nuestro estilo de juego, creo que habría manejado esa acción de la misma manera; después de ver la jugada creo que tenía otras elecciones, quería sumar mayor juego y ojalá me sirva para que algún día digan: ‘cómo sale jugando de bien Ortiz desde abajo’”

¿Cómo manejó las críticas?

“La verdad es que bloqueo tanto las palabras buenas como las malas, creo que el arquero no debe tener memoria; cuando ataja muy bien al próximo partido tiene que ser olvidado y cuando pasa lo contrario también”

Solo sirve ganar ante Unión para estar seguros, ¿como trabajar ese partido?

“Nos toca un compromiso muy duro, confiamos en nuestras fuerzas, en lo que podemos hacer; tenemos con qué clasificar. Lo cierto es que dependemos de nosotros mismos y eso da tranquilidad, la presión la tenemos en cada partido y ojalá saquemos este adelante”

¿Hay alguna promesa si el equipo clasifica?

“Mi vida la tengo entregada a Dios, pero cuento con una madre adoptiva acá en Manizales y me dijo que debía caminar hacia un lugar el viernes, así que iré…creo que es el cerro de Sancancio, ojalá no me canse para el domingo (risas)”