¡Señores yo soy del Once desde la cuna! ¡6,7,8,9,10, Once! ¡Éste si es el Once Caldas! y muchas más arengas y frases desprevenidas de hinchas contagiados por la felicidad de la victoria, son detalles que valen la pena destacar de la noche de sábado en Palogrande.

Y es que hace un mes, a la misma hora, el mismo día de la semana y en la agonía del partido, el Deportivo Pasto convertía el tercer gol que sepultaba al conjunto de Manizales en una crisis deportiva y de resultados, dejando un panorama igual o más nublado que la noche sublime del sábado, donde se obtuvo la tercera victoria en línea con Hernán Lisi como nuevo capitán de este barco.

El fútbol y la pasión irracional e inexplicable por un equipo de fútbol se dan el lujo de permitir sensaciones tan contrarias sobre un tema particular en tampoco tiempo; sin embargo no pretendemos encontrar la justificación de ello y más bien propendemos por disfrutar, llenarnos de esperanza y confianza con lo que pueda hacer el conjunto de Manizales, que nuevamente se encuentra dentro de los 8 clasificados a falta de algunos partidos para completar el calendario de la Liga. Y cómo no creer en milagros y hazañas si hace tres fechas se estaba en el puesto 15 con un rendimiento paupérrimo y un futbol poco vistoso; pero hoy y después de superar con éxito los 3  enfrentamientos, vale recordar que eran contra rivales que se encuentran en los primeros lugares, se cambia la imagen a un equipo que sabe atacar y va encontrando su equilibrio defensivo.

A hoy se ha ajustado la caja y el rendimiento del Once en la Liga es del 50% producto de conseguir 21 de 42 puntos posibles. Se han obtenido tres victorias seguidas, anotando 6 goles  a favor y sin recibir en contra; y si miramos un poco más allá, vienen 3 partidos con rivales que no hacen una buena temporada, lo que nos permite seguir creyendo en más victorias, más puntos y más voces felices de hinchas llenos de emoción.

Hernán Lisi, artífice de esta resurrección futbolística, insiste en sus ruedas de prensa sobre la necesidad de pensar en el partido siguiente, ahora se concentra en Tuluá el martes, donde deberá  dejar la vida al igual que sus muchachos para obtener los siguientes tres puntos, ante un rival que se le desmanteló la nómina, la cual arrasó con el conjunto albo hace algunos meses en Palogrande.

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19 días después, recibir a la ’bestia negra’ que es La Equidad, pero que tampoco hace su mejor temporada, y finalmente cerrar este grupo de tres partidos visitando al Huila, quizás en Ibagué, quizás en Armenia, ciudad donde la esperanza que percibe la hinchada ‘alba’, puede llevar 5 o 6 mil de Manizales a la capital quindiana. Este último partido está programado para dentro de un mes, y esperamos volver a encontrarnos en dicha oportunidad en estas líneas y corroborar si las emociones gratas de esta columna se repiten con la clasificación ad portas, o en definitiva; o entender que la ilusión fue efímera y que nuevamente no alcanzó para seguir aspirando a la lucha por la gloria de una estrella.

Por Juan David Morales Aristizabal

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