Hubert Antonio Bodhert Barrios, de 45 años, es el encargado de guiar los caminos del Once Caldas y devolverle la ilusión a la hinchada, pues el 2018 es un año atípico para la historia del club, ya que no solo se pelea por entrar a los 8 y salir campeón, sino que el tema del descenso es una situación real, aunque de a poco mejor ubicado. El entrenador cartagenero habló con Casa Blanca, sobre su carrera, la vida personal y expectativa en este nuevo reto. ¿De dónde salió el apellido Bodhert? Lo que conozco de la historia, es que hubo unos alemanes que llegaron a Colombia por el oro, entraron por el puerto de Urabá; luego avanzaron hasta Quibdó, allí estaba el abuelo de mi papá y por ahí empezó el desorden (risas…), comenzó a regarse el apellido, que creo es único” ¿En qué momento se interesa por el fútbol? Desde muy joven jugué fútbol, representé a mí departamento (Bolivar), luego estuve en una primera B y C con Real Cartagena,  y Club Deportivo Cóndor en Bogotá. Representé a Cundinamarca de igual manera” ¿Cuánto decide ser técnico? “Hace unos 26 años, me invitaron a dar una charla a una escuela de niños y sentí una gran conexión con ellos. Al ver que no tenía mucha continuidad, de que mi ciudad no era sinónimo de fútbol sino de béisbol y boxeo, y también por la falta de continuidad como jugador, tomo la decisión de dar el primer paso como entrenador dirigiendo a los niños y noté que todo lo que explicaba, ellos lo entendían y me enamoré del oficio, salí campeón con ellos y sentí pasión por la carrera que emprendía” ¿Qué es manejar temas tan complejos como la posibilidad de descender? “Salvar a un equipo de perder la categoría es como salir campeón, es una situación que te genera estrés y te llena de una cantidad de situaciones. Uno ve las cosas como las quiere ver: si las quiero magnificar, pues me asusto y lo hago más grande que yo; pero si el objetivo lo llevo a un nivel donde yo lo pueda dominar, uno será más grande que eso”. ¿Cómo se describe Hubert Bodhert como persona? “Soy una persona que me gusta trabajar y vivir con alegría; soy muy sociable, muy dado a las personas; me gusta saludar donde llego, interactuar y en general soy muy sencillo para todo”. ¿Cuándo no está con el fútbol, que más le gusta hacer? “Me gusta mucho ver otros deportes; me saca el estrés ver básquet, fútbol sala, béisbol, etc; es decir, otros escenarios que me liberen de muchas cosas” ¿Qué papel cumple el licor en su vida y en los grupos que lidera? “Soy una persona social, pero no soy de embriagarme; mi trabajo tampoco me lo permite y no me nace. Puede que después de un partido y esté cansado, me tome 3 o 4 cervezas para dormir. A mis jugadores yo les pido que no sean santos, pero que sean muy responsables; yo no prohíbo, acá todo el mundo toma, pero que lo sepa manejar, sin abusos. El trago no es sinónimo de fútbol y tratamos de tener personas sin esos antecedentes ¿Cuál es su sueño? Ser campeón. Once Caldas es una institución que yo quería llegar hace mucho tiempo, pero sabía que debía madurar para lograrlo; creo que este club me puede dar las garantías para conseguir una estrella” ¿Qué significa llegar a Manizales? “Esto es historia, es un gran reto, un compromiso hermoso y estoy preparado para ello, convencido que vamos a hacer cosas importantes”. ¿Cómo le ha parecido la ciudad? Ya estoy sacando pierna (risas…).He caminado, ya visité centros comerciales y de a poco me voy familiarizando” DATOS DE INTERÉS

  • Palmarés: Cartagena, Expreso Rojo, Llaneros, Jaguares y Once Caldas
  • Primer equipo profesional en propiedad: Real Cartagena
  • Primer logro: alcanzar el tercer ascenso con Cartagena en 2008
  • Técnico que más admira: Juan Carlos Osorio
  • Jugadores que marcaron su carrera: Juan Carlos Henao (lo dirigió en Cartagena) y Hernando ‘Cocho’ Patiño
  • Partido que recuerda con especial cariño: el 2-0 dirigiendo a Jaguares ante Rionegro por la última fecha del torneo regular, que significó salvar la categoría.
  • Su familia: esposa y tres hijos: dos hombres y una niña de 6 años
  • Música predilecta: vallenato