Por: Daniel Ríos

En votación por medio de referendo, los ciudadanos del Reino Unido aceptaron la propuesta de abandonar la Unión Europea; división que tuvo que llevarse a cabo este 29 de marzo pero que se aplazó para el 12 de abril.

Este acontecimiento tendrá como gran perjudicada a la Fórmula 1, ya que siete de las diez escuderías que participan actualmente cuentan con sede operativa en Gran Bretaña, donde la industria de fabricación local surte los 20.000 componentes que conforman un monoplaza de carreras.

Si se da un cambio en el tema legislativo respecto a paso de fronteras, impuestos o aduana, podría afectar de manera crítica el normal funcionamiento de las escuderías e incluso su nivel de competitividad.

Toto Wolff, director de competencia de Mercedes, describe a Gran Bretaña como el “Silicon Valley de la Fórmula 1… Vivimos enviando material con efecto inmediato y enviando a la gente fuera, si este proceso se viera interrumpido tendríamos un problema. Aunque no creo que eso pueda pasar, la industria del automóvil se vería fuertemente afectada si no se alcanza un acuerdo. El sentido común debe prevalecer”, hablando del núcleo de fábricas de los equipos:

Brackley y Brixworth (Mercedes)
Enstone (Renault)
Woking (McLaren)
Milton Keynes (Red Bull)
Silverstone (Racing Point)
Oxford (Williams)
Banbury (Haas)

Otra escudería afectada sería Toro Rosso, donde su motor Honda es fabricado en Sakura pero con un centro de operaciones en Milton Keynes.

Pirelli, marca oficial de la competencia, diseña sus neumáticos en Milán fabricándolos en Turquía o Rumanía, también cuenta con operación en Reino Unido.

Según “Racefans”, se estima que los empleos directos de la F1 ascienden a 6.500, donde alrededor de 4.200 están en Reino Unido.

“Puede ser la madre de todos los desastres”, afirma Toto Wolff.