Foto: Santiago Álvarez

Es evidente que los últimos resultados del Once Caldas generan preocupación y tienen a la opinión pública dividida buscando razones y posibles soluciones. Después del último partido ante Atlético Junior la conclusión de muchos es que la gran dificultad es la definición, teniendo presente las opciones de gol alcanzadas en ese partido – más que todo en los minutos finales -. Pero, ¿realmente es este el problema central?.

Sin desconocer que en el reciente juego faltó mejor pegada, miremos otros aspectos de la campaña para buscar explicaciones… ¿Qué tal la falta de consolidación de la nómina?. De entrada hay que decir que en 10 partidos oficiales que van del semestre entre Liga Águila y Copa Sudamericana, nunca se repitió formación.

En el partido que menos cambios hubo fue ante Millonarios, donde se presentaron 2 variantes, ambas en el frente de ataque, respecto a la primera fecha ante Nacional. Y la ocasión de más modificaciones fue en el lapso del viaje a Paraguay para enfrentar a Santaní, ya que para visitar al Deportivo Pasto previo al desplazamiento hubo 10 cambios. Sólo se sostuvo a Jean Carlos Blanco y, luego para rivalizar ante el conjunto Guaraní, se volvió a modificar por completo la nómina, dejando únicamente a Kevin Londoño respecto a ese juego en territorio nariñense donde la mayor parte de las rotaciones han sido en zona ofensiva.

Lo anterior obviamente ha generado inestabilidad en la nómina y los números individuales así lo demuestran. Los jugadores que más minutos han actuado este año han sido Gerardo Ortiz (810’), Andrés Felipe Correa (810’), Diego Peralta (630′) y Juan David Rodríguez (611’), siendo estas las únicas certezas nominales del entrenador por lo mostrado hasta ahora; más atrás, en minutos jugados, aparecen Kevin Londoño (604’) y Juan Pablo Nieto (591’) con intermitencia en su rendimiento.

¿Y si analizamos el modelo de juego?, sería extenso, pero miremos un par de aspectos interesantes: Once Caldas se para siempre con un 4-3-3 ó 4-1-4-1, es verdad que es el mismo esquema del semestre anterior, pero el estilo parece diferente; ahora se juega más frontal, antes había más elaboración. ¿Cuánto pesa la salida de un cabeza de área como Diego Arias?, parece que mucho y más cuando no se cuenta realmente con un jugador de esas características y peor aún, un volante como Harlin Suárez que intenta consolidarse en esa posición, pero lo exponen excluyéndolo a los 37 minutos de iniciado el último partido. Falta orden a partir de esa zona para generar fútbol defensivo y ofensivo con criterio. Para no recordar tanto a Arias, vale la pena tener versatilidad táctica en la planificación y replanteamiento de los partidos.

Otra explicación alrededor del equipo es que faltó contratar un delantero goleador. ¿Y es que antes de iniciar el semestre anterior se tenía?. El jugador que más goles hizo el año pasado fue David Lemos con 15 anotaciones en una apuesta del entrenador que le salió de gran manera, pero antes de empezar la temporada nadie tenía a Lemos como la gran solución de gol o sí?

Ahora han llegado delanteros que no son grandes goleadores, pero hacen goles. Miren por ejemplo que los 5 atacantes mayores que tiene el Once Caldas en la actualidad suman 159 goles en su carrera: Juan José Salcedo (47), Darío Rodríguez (22), Jean Carlos Blanco (38), Eder Ricardo Steer (37) y Kevin Londoño (15), y eso que no se tiene en la cuenta alguna participación internacional o los goles en partidos de torneos alternos como la Copa Águila.

Entonces es cierto que se ha fallado en la concreción de algunas posibilidades claras de gol, el técnico lo sabe y piensa que “la puerta se abrirá pronto”, pero también queremos ver avances reales en la idea de juego para que el camino a red sea más claro.

¿Qué opinión les merece lo dicho por el columnista? #LaVozDelHincha