[Opinión] Más dudas que certezas en el Once Caldas

La situación del Once Caldas hoy parece pasar de castaño a oscuro, en un panorama que no es halagador, el pasado inmediato acorta el margen de error, el presente no genera esperanzas de cara a un futuro que es cuando menos incierto.

Somos muchos los que nos preguntamos ¿qué va a pasar con el equipo de Manizales?, o más bien la pregunta debería ser, ¿qué más tiene que pasar para que se tomen cartas en el asunto?. Mencionados los interrogantes encuentra su razón de ser en los directos responsables de la situación actual en la institución caldense, que antes de generar respuestas, dejan aún más dudas.

No es un secreto que el equipo viene en un declive futbolístico y administrativo desde hace ya algunos años y cada vez la situación parece ser peor.  En la actualidad deportiva bajo el mando del técnico Hernán Lisi, se formó un plantel de jugadores que si bien no parecía destellar, permitía tal vez vislumbrar una situación menos apremiante a la que se está viviendo.  Sin duda, hubo fallos en la conformación de la nómina; toda la prensa y la hinchada pedían un delantero, pero el cuerpo técnico apoyado por la dirigencia deportiva alegaba que era más una situación mediática que una falencia real.

Pues bien, hoy han pasado 3 fechas, no se ha marcado ningún gol y la generación de oportunidades tampoco da esperanzas para el aficionado de cara a una mejoría inmediata, pues solo 8 ocasiones de gol en tres partidos es bastante corto para un equipo que estaba pensando en ser protagonista. Los interrogantes que se generan a este punto son: ¿tiene el DT como revertir este prolongado revés?, ¿hay material e idea futbolística para mejorar?, o ¿se debería plantear un cambio antes de que la situación empeore?

Pero los cuestionamientos por el rendimiento no solo tienen una justificación en lo estrictamente deportivo, también hacen parte de estos malos resultados la dirigencia. En cabeza de Felipe Paniagua la dirección deportiva del Once ha errado una y otra vez en los periodos de contratación sin ser este año la excepción.  Pero además de sus salidas en falso en cuanto a fichajes, las directivas han demostrado que su ambición por el dinero ha superado al hambre de gloria.

Y de que otra forma se podría explicar entonces, que Daniel Hernández haya salido a mitad de la temporada pasada cuando el equipo venía en un alza de rendimiento, o para no ir tan lejos, el caso Oscar Estupiñán, quien está despuntando como el futuro de los goles del ‘blanco-blanco’ y los directivos deciden privar al equipo por 2 fechas de este atacante, a la espera de una tercera jornada de ausencia, todo esto con el fin de cerrar un negocio que habría podido ser efectivo sin alterar el plantel y al jugador, en una transferencia hasta ahora incierta, que golpea al equipo en su ya débil conformación y desenfoca al delantero de lo que es su presente en el Once Caldas; todo esto sin mencionar que él es un atacante que se encuentra aún en proceso de formación y que bien se podría realizar un mejor negocio, si lo dejan madurar un poco más en la institución.

Planteado este panorama se cuestiona directamente a las directivas de ¿Por qué no son claros en los objetivos del equipo bajo su dirigencia?, ¿los réditos que ha dejado la venta de jugadores no justifica una mejor inversión en el mismo equipo?

Ya por último, en la lista de responsabilidades es necesario hacer un mea culpa, pues como prensa, hemos sido demasiado permisivos y ausentes de críticas, ante una situación que está llevando al equipo a tocar fondo y que de haber cuestionado con mayor firmeza en situaciones que afectan la institución, podríamos estar resolviendo muchas de las preguntas que hoy se generan, pero claro, estamos hablando de un supuesto, de la misma manera que suponemos que lo único que le falta al equipo es irse a la B para que reaccionemos o dejemos morir definitivamente, al que alguna vez fue el mejor del continente.

Por: Daniel Naranjo

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