La última vez que Elkin Soto portó oficialmente la camiseta N.16 del equipo manizaleño, fue en diciembre de 2005 cuando los del Once, dirigidos por Jaime de La Pava, disputaban en el Pascual Guerrero la clasificación a la final del torneo colombiano, donde debían ganarle al Deportivo Cali y esperar que se diera un resultado entre el América y el Junior en Barranquilla.

Ese partido, al cual tuve la oportunidad de asistir, marcaba el final de tres años gloriosos de la institución manizaleña, una época en la  que había conseguido ganar una liga después de 50 años, sorprender a todo un continente levantando la Libertadores eliminando a los mejores de América; estar a un cobro de penal de haber sido campeones mundiales, disputar torneos internacionales y enfrentar nuevamente a Boca Juniors, que se llevó la Recopa de la ciudad, la cual no le salió nada barata.

Hasta ese diciembre se pudo mantener una base de los jugadores que habían hecho historia, la mejor historia que los hinchas ‘albos’ podríamos contar; algunos de esos elementos ya cumplían su ciclo en el fútbol y otros, como el sultán, estaban a punto de dar el salto al fútbol internacional y por ende apostar por su crecimiento profesional.

Ese día en Cali se perdió 3×1 contra el equipo que días después se coronaría Campeón. Jugaba para el ‘Blanco’ Cataño, Rojas, Velásquez, Arango, Valentierra, Dayro y Elkin Soto, este último de larga cabellera y de versatilidad por las bandas, con llegada de gol constante, buena pegada y todo un peligro para los rivales. Hoy lo vemos con más experiencia, sin cabello, ocupando otra posición en el terreno de juego, con objetivos bien diferentes a los de aquel fin de año, porque hoy el manizaleño aspira a recuperar su forma futbolística y tener el nivel suficiente para jugar uno o dos años antes de retirarse de las canchas; lo que si no va a cambiar,  es su rótulo de ídolo indiscutible de los hinchas del Once Caldas.

Los aficionados que un poco más jóvenes disfrutamos de esa época gloriosa de nuestro Once Caldas, tenemos historias de vida diferentes las cuales se encuentran en un punto en común y es reunirnos nuevamente, después de más de 10 años, en torno a un partido de fútbol, en el escenario que consideramos nuestro templo, a admirar el regreso  de uno de nuestros máximos referentes. Mañana en Palogrande, el fútbol volverá a juntar a todos los personajes que fuimos testigos de la época feliz  y con la entrada del ‘Sultán’ para el segundo tiempo, los aplausos y gritos emocionados de los asistentes, volveremos a vivir un poco lo que fue tocar por un momento la gloria.

Bienvenido ‘Sultán’ y bienvenidos los recuerdos.

Por Juan David Morales Aristizabal 

Columnista de Casa Blanca OC.