El Once Caldas llegaba a Yokohama, Japón, dispuesto a enfrentar uno de los partidos más importantes de su historia, la final de la Copa Intercontinetal de clubes, que enfrentaba  solo al campeón del continente americano y europeo, hasta ese momento.

El ‘Blanco’, tenía el derecho a jugar esta final gracias a la obtención de la Copa Libertadores de América, donde derrotó a Boca Juniors. Por su parte, el F.C. Porto de Portugal, quedó campeón de la UEFA Champions League bajo el batuta de José Mourinho (actual entrenador del Manchester United de Inglaterra), derrotando al Mónaco de Francia.

En el papel era un partido desequilibrado, un equipo de grandes quilates como el Porto, que contaba con figuras de talla mundial como Diego, Luis Fabiano, Benni McCarthy, Costhinha, Maniche y además tenía un gran presupuesto; contra un equipo que se caracterizó por la humildad y sacrificio como el Once Caldas, el cual apenas empezaba a figurar en el ámbito internacional.
 

Pero el ’12 Caldas’ como le decían en la época, no iba a ser inferior a este compromiso, el ‘Blanco’ se plantó con mucha personalidad en la cancha e hizo sufrir a sus rivales, que no encontraban como vulnerar el arco defendido por el impresionante Juan Carlos Henao. Primero fueron los palos, luego el gran arquero ‘albo’, que con increíbles voladas ahogaba el gritó de gol de los lusitanos. Los dirigidos por el profesor Luis Fernando Montoya, llevaron el partido hasta la última instancia aguantando el cero en su arco.

Ya corridos 120 minutos de juego empezarían los penales; acá era el momento de que el Once sacara diferencia y se llevara el titulo de campeón del mundo para Colombia; la tanda empezaba con 4 cobros anotados por Samuel Vanegas, Herly Alcazar, Jhon Viafara y Aldo de Negris; por otra parte los portugueses marcaban gracias a Diego, Carlos Alberto y Quaresma, pero en el cuarto penal, su figura Manieche, estrellaba el balón en el horizontal; esto significaba que si el Once Caldas convertía el siguiente cobro, los de Manizales se llevaban el titulo a casa.

Era el turno para el argentino Jonathan Fabro (hoy acusado de abuso sexual), uno de los más talentosos del equipo, pero infortunadamente su tiro se estrelló rebeldemente en el vertical y por centímetros se perdió la oportunidad del titulo en ese momento; finalmente la tanda desde los 11 pasos se extendió hasta el noveno penal, donde el lateral Edwin García mandó su cobro por encima del arco, y posteriormente Pedro Emanuel anotó para darle el titulo al equipo portugués.

Si bien, esto no representó un titulo más para el Once Caldas, esta final hace parte de la historia del ‘Blanco’ y del fútbol mundial; el cuadro ‘albo’ representó dignamente a una hermosa ciudad como la nuestra y a su país Colombia, algo que genera orgullo por el gran equipo de Luis Fernando Montoya, que tanto le regaló al Fútbol Colombiano.

Revive los mejores momentos de esa final.

Cuéntanos como viviste este momento, que quedó en la historia del Once Caldas y el fútbol Mundial #LaVozDelHincha